¿Sabías que el 26 de agosto fue el día en el que más se leyó de todo 2018?
Presentamos una selección de 7 lecturas con las que todos los miembros de la familia podrán disfrutar este verano. Seis de cada diez españoles aprovecha el tiempo libre y las vacaciones para leer y por eso durante los meses estivales el consumo de lectura crece hasta un 30%. cualquier miembro de la familia, tenga la edad que tenga, podrá escoger un título apropiado de esta selección para estas vacaciones de verano.
Lee el artículo completo aquí.
Artículo de recomendación publicado el 15 de julio de 2019.
Fotos, programar una entrevista, una bonita colaboración o quedar para tomar un café y hablar por los codos, has llegado al lugar indicado.
Puedes ponerte en contacto conmigo en info@martalobo.es y podrás tener acceso a mi pequeño paraíso de notas de prensa, material silueteado... Menos dinero, puedes pedirme lo que necesites.
Marta Lobo publica la segunda parte de
la Bilogía Mis desastres
Con la novela “Y una carta de amor” la escritora alavesa participa en la sexta edición del Premio Literario Amazon 2019
El 1 de julio Marta Lobo publicará “Y una carta de amor” la segunda parte de su última bilogía romántica “Mis desastres”. “Y una carta de amor” está ambientada en un Madrid donde los protagonistas conseguirán su y fueron felices a pesar de los desastres y del amor en tiempos de Tinder.
«El y fueron felices es un básico en estas historias. Si no hay un final en el que la pareja acabe junta, hablamos de otro género» incide la autora que lucha también contra las etiquetas que tanto daño hacen a la romántica.
«La novela romántica sigue siendo denostada en los círculos literarios, pero es uno de los géneros que más vende y que cada año supera las ventas de los años anteriores» asegura Marta Lobo tras publicar diez novelas de este género por el que tanto lucha.
Lee la Nota de Prensa completa aquí.
ESCRITORA ALAVESA
En los tiempos de Tinder
La escritora alavesa Marta Lobo publica su novena novela, ‘Todos mis desastres’, que tendrá una segunda parte en breve.
VITORIA- Ella está buscando algo tan fácil y complicado a la vez como enamorarse, lo que, en estos tiempos de las nuevas tecnologías, le lleva a Internet. Eso sí, no sólo no encuentra a la persona adecuada, sino que además atesora algún que otro fiasco para enmarcar. Él no quiere saber nada de relaciones sólidas y a futuro, pero cuando conoce a la protagonista en una despedida de soltero, todos sus planes cambian. El resto queda a la espera de los lectores que se vayan asomando a Todos mis desastres, la novena novela de la escritora alavesa Marta Lobo, un libro que salió publicado el pasado mes de abril y cuyo camino se completará con una segunda parte titulada Y una carta de amor, que está previsto que vea la luz a finales de junio o principios de julio.
“Es el amor en tiempos de Tinder”, sonríe la creadora, que tras darse de alta en la página Adopta un Tío y ver “cómo vas metiendo en una cesta de la compra a la gente que te aparece” pensó de inmediato: “aquí hay, por lo menos, un libro”. Dicho y hecho.
Lee la entrevista completa aquí.
En 2018 la novela romántica ha incrementado un 18% sus ventas, situándola segunda en el ranking de los más vendidos. Cuenta con legiones de fieles seguidoras que han alzado a este género a ser unos de los más vendidos en Amazon.
Desde siempre, la novela romántica ha sido denostada entre el resto de los géneros literarios. Novelas de princesas que necesitan ser salvadas, historias de mujeres que se rinden ante un torso desnudo volviéndose sumisas sin sentido, novela rosa venida a menos... Un género al que le ha costado salir del armario y mostrar músculo, tal y como afirma Marta Lobo, una de las nuevas voces del género.
Con más de 10.000.000 de páginas leídas en esta plataforma y más de 15.000 e-books vendidos, Marta Lobo se pregunta: ¿por qué se sigue machacando a un género que mueve millones de euros? Es por eso que la autora alavesa comparte las cinco razones por las que decir «Sí, quiero» a la romántica, un género rodeado de clichés que es necesario derribar.
1. Genera endorfinas
Genera algo muy básico: hormonas de la felicidad. Final feliz está asegurado y ¿quién no quiere un «Y fueron felices» al acabar una historia romántica? No por estar aseguradas esas ‘perdices’ dejamos fuera los problemas por los que pasa una pareja en su vida real. «La novela romántica da pequeñas píldoras de felicidad tan necesarias hoy en día», valora Marta Lobo, un denominador común sine qua non de todo el género. La romántica hace soñar, creer y sentir, soltar suspiros y enamorarse.
Artículo publicado el 17 de abril de 2019 en el periódico La Razón en su edición digital.
La toxicidad es la capacidad de alguna sustancia química de producir efectos perjudiciales sobre un ser vivo, al entrar en contacto con él. Tóxico es cualquier sustancia, artificial o natural, que posea toxicidad.
Vale, la teoría la tenemos muy clara: tóxico es algo que nos puede hacer daño. Un veneno, una sustancia que nos puede matar, un líquido que nos puede destrozar por dentro; pero no sabemos identificar demasiado bien a las personas tóxicas que nos rodean, que nos roban energía y que quieren apagar nuestra luz.
Lo sé, es un post algo denso para un miércoles normal, pero creo que lo mejor para hacer que el 2019 sea un año mejor, debemos empezar a eliminar las cosas que no nos hacen bien –cosas, ropa, papeles, cajas, mierdas varias, personajes varios–.
No voy a haceros un MartaKondo, ni mucho menos.
Para eso ya tenemos en Netflix a “la Kondo” para que os enseñe a cómo doblar pantalones y meter doscientos en una caja de chanclas.
Ahhh, y os enseñará que sin chin no hay alegría.
Vamos con las limpiezas, poco a poco, no os agobiéis, que aún queda mucho año por delante.
Fuera todas esas aplicaciones que ni siquiera utilizas.
Te has descargado 50 aplicaciones de fotos, de retoques y filtros.
Fuera, no los necesitas.
No vas a ser Eve Arnold ni Richard Avedon con tu móvil. Y para filtros, es mejor la vida real, con imperfecciones o con el filtro de Kylie de Instagram.
No necesitas aplicaciones que no hayas usado, mínimo, en la última semana (si quieres, en este último mes).
Todo lo que no uses, que no te guste ya o que sabes perfectamente que no vas a utilizar, fuera.
Segunda: WhatsApp
No tengas miedo de decir adiós a ese grupo en el que ni siquiera hablas o nadie lo hace, que sabes que no te aporta nada y que no necesitas en tu vida.
Fíjate que seguro que en alguno de ellos estás tú sola: ha gente que tiene muy poca cara para unas cosas y mucha para otras. Un mínimo de educación al irte de un grupo: «Nos vemos por las redes», muletilla perfecta que se puede usar o «A tomar viento» mucho más gustosa.
Elimina conversaciones con personas que ya no hablas, harás hueco en tu vida y en tu móvil.
Además, si quieres guardar fotos o dichas charlas por lo que pueda pasar (sí, aquí hay que tener las cosas a mano) podéis enviaros una copia de la conversación a vuestro e-mail.
Tercera: tu ordenador, Tablet o iPad
Fuera todo lo que no te sirva, lo que vas guardando, como esos porsiacasos cuando hacemos la maleta.
Sé de lo que hablo, os lo aseguro, tenía los ‘marcadores’ llenos de enlaces que ni siquiera sabía para qué eran. Soy un poco Diógenes con el tema de enlaces para novelas, documentación, viajes, recetas, make up…
De verdad, quedaos con lo que realmente os sirva. No tengáis miedo. Los enlaces siempre estarán ahí y si de verdad los vais a necesitar algún día, los volveréis a encontrar.
Fuera las aplicaciones (igual que las del móvil). No es necesario tener todo lo que esté de moda. ¿De verdad vas a usar la app para buscar setas en el monte?
Cuarta: Kindle y estanterías
¿De verdad vas a volver a releer esos mil libros que tienes en tu libro electrónico o en la estantería?
Vale que hay libros que queremos tener a mano para releerlos, pero no son tantos como imaginas.
En el caso de los digitales, es sencillo: botón de eliminar y haces hueco para más lecturas buenas.
En el caso de los de papel: empieza a apilar en dos columnas los que sí siempre, los que ña y los que nunca más.
Los que siempre: vuelven de nuevo tu estantería.
Los que ña: dale un par de vuelta y piensa si les nominas para salir de tu estantería o si van a expulsión final.
Los que nunca más: eliminados de la estantería.
Ojo, aquí no digo en ningún momento que los tires. Los libros no se tiran. Búscales un segundo hogar, intercámbialos, haz bookcrossing o cédelos a tu biblioteca más cercana.
Vale, creo que aquí es donde el título del post cobra sentido. Que divago y divago y me voy alejando de lo que quiero decir.
Elimina contactos del móvil, de Facebook, Twitter, Instagram y cualquier red social que tengas, así como en la vida ‘real’.
En el móvil: yo tenía la tarjeta del móvil con teléfonos de personas que ni siquiera recuerdo, que anotas diciendo un «Ya te llamaré» y jamás lo he hecho. Había números que ni siquiera sé si seguirán existiendo y personas con las que no tengo relación o llegó el momento de decir adiós.
En Twitter: ¿realmente te interesa lo que suelta una cuenta que ni siquiera saber por qué la sigues? Deja de seguir a todas esas cuentas a las que ni recuerdas desde cuándo no pasas a leer.
En Facebook: no sigas porque te siguen; no des me gusta porque te lo pidan continuamente con mensajes; no aceptes amistades si no vas a hablar con ellas; no entres en grupo por la moda o por el momento en que te encuentres. Seguro que tienes personas-grupos-páginas que aceptaste en un día tonto y jamás has hablado o interactuado. Deja de seguir (si no quieres eliminar a una persona para que no te monte un buen pollo por hacerlo o bloquéala directamente), salte de los grupos o quita las notificaciones para que te llegue todo lo que sí quieres ver. Interactúa con quienes de verdad te apetece tener en tu timeline, así siempre te saldrán esos mensajes o posts que sí quieres leer.
En Instagram: más de lo mismo. Deja egos atrás y céntrate en esas cuentas que te sacan sonrisas, que te gusta su feed o que te apetece tener cerca.
Valoremos la calidad y no la cantidad de amigos y/o seguidores.
Y ahora seguro que os preguntáis: ¿Tú no ibas a hablar de tóxicos?
La definitiva: personas tóxicas
Desgraciadamente estamos en la era más digital hasta ahora y muchas de nuestras relaciones las establecemos en las redes. De ahí que tengamos que hacer limpieza en nuestras cuentas de Facebook, Instagram o Twitter.
Seguro que si os paráis a pensar cada día o cada semana –si hay suerte– encontráis un post de alguien quejándose de su suerte, haciendo amagos de irse de las redes para que le laman el culo las heridas, para que le alaben su forma de pintar, maquillar, cocinar, escribir… O de peleas y riñas por copias, robos, dimes y diretes, en los que entran a dejar la bomba los autores y se alejan para que los palmeros ataquen con sus misiles.
Las personas tóxicas empiezan a robarte la energía con sus constantes problemas (reales o inventados para llamar la atención), que tratan de apagar tu luz pisoteándote, haciéndote quedar mal, mintiendo, apropiándose de tus ideas o trabajos, difundiendo rumores, ayudando a ponerte trabas, empujándote al abismo para que te caigas, minándote tanto diariamente que piensan realmente que vas a tirar la toalla. Personas que te aman en dos minutos y te odian profundamente en uno.
¿Sabes lo que le digo q esas personas?
La vida te seguirá poniendo en el camino personas así, pero poco a poco las irás pillando al vuelo y podrás alejarte de ellas antes de que entren en tu vida y consigan dejar un poco de su mierda cerca de ti.
No tengas pena por decir adiós, ni mucho menos.
Tú no has perdido, a ti te han perdido.
Estás mucho mejor sin esas personas.
Sé que este post no es nada nuevo, no enseña mucho, pero si poco a poco vamos eliminando personas y/o cosas que nos van apagando o no nos sirven, podremos ser más felices, nos centraremos en lo que realmente merece la pena y… que coño, mandar a la mierda es uno de los grandes placeres de esta vida.
Y tú, ¿te animas a hacer esta gran limpieza?
Creo que no hay mejor manera posible de empezar la nueva categoría de la sección de recomendaciones: PELÍCULAS, que en mi opinión, son necesarias, curan y dan vida, que nos hacen sonreír, que nos muestran la magia y los miedos de la vida.
Bohemian Rhapsody o cómo caer –si aún no habías caído– a los pies de la mayor leyenda del rock del planeta.
Bohemian Rhapsody o cómo caer –si aún no habías caído– a los pies de la mayor leyenda del rock del planeta.
Sí, hace mucho tiempo que tenía que haber terminado este post, pero por cosas de la vida, ahora ha sido el momento.
Llevaba unas muy altas expectativas de la película, me esperaba algo grande, un papel del protagonista bueno, canciones que llevo escuchando toda mi vida y una historia algo dura.
«Somos cuatro inadaptados
que tocamos para otros inadaptados,
para los marginados del fondo de la sala
que tampoco encajan en la sociedad».
¡Joder! Me parece la forma más brutal, acertada, directa y jodidamente perfecta para definirnos a todos los que no encajamos, los que alguna vez nos hemos sentido apartados o los inadaptados de este mundo. Freddie fue un pionero en tantas cosas, que solo puedo darle las gracias por tanto.
Se ha dicho todo de la película, de la actuación de Rami (Globo de Oro al mejor actor de drama por Bohemian Rapshody). Creo que quien haya visto la película no le ha visto a él, ha visto a Freddie en todo momento. Exceptuando la altura, que es algo que les diferencia, Rami se ha metido tanto en la papel, lo ha estudiado y venerado tanto, que ha sido un homenaje cada segundo del largometraje. Sigo pensando que es uno de sus mejores papeles, y eso que en Mr. Robot me alucina el chico de la cara singular. Tiene un punto de singular y especial, que me vuelve bastante loca. Lo sé, soy rara y me encanta.
Es esa mirada, esa sonrisa a medias y... No, no tengo que convencer a nadie. Seguro que hay muchas más como yo.
Reconocedlo, os morís por Rami.
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Me alegro mucho de que al final fuese Rami quien encarnase a Freddie y no Sacha Baron Cohen, que sonó fuerte en un primer contacto.
Se ha demostrado que nos hemos hecho mayores porque el "niño" de Jurassic Park sale en la película y ya tiene suficiente pelo en los huevos el pecho para ser el bajista. La misma cara que ponía cuando a su hermana le temblaba la gelatina (a mí me parece que es el primo lejano de Iniesta por sus actuaciones), la tiene en varias de las escenas de la película.
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Tenemos a un rubiales haciendo del batería de la banda, Roger Taylor. La verdad es que es el ligón del grupo, el que da el toque sarcástico e irónico a la banda. Creo que el verdadero Roger es algo así por los documentales que he visto.
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Pero el descubrimiento, el gran descubrimiento de la película, es Gwylim Lee, el actor británico que da vida a Brian May.
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Sí, nena, sabes que seré un gran muso... en algún momento.
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Pero ¿os habéis fijado en esa cara fuera de su personaje? Madre del amor hermoso. Esa nariz angulosa, esa cara de: «Te encanto y lo sabes», Su chulería interpretando y todo el, joder. Muso en primer grado, no hay más que añadir.
Bueno, ya os he dicho que no iba a ser una 'crítica' al uso.
Ahora hablando de la película: si no la habéis visto, no sé a qué esperáis. Es un grandísimo homenaje a Freddie Mercury, a la banda, a las emociones, a los temores más profundos de la vida y a la amistad, que al fin y al cabo, puede con toda la mierda que nos echamos encima.
Lloré, lloré mucho en la película en ciertos pasajes que relata la cinta que no son del todo verídicos, pero que hacen que sientas mucho más. Seguramente sepáis todos los 'errores' o 'alteraciones' que se han hecho de la vida de Freddie. No se separaron por otro contrato de Freddie, se tomo un descanso, no se reunieron solo para el concierto LIVE AID, pero se perdonan estas licencias –al menos yo lo hago–.
Comprensible ya que es una película y se han 'tomado ciertas licencias', y no un biopic en el que se tendrían que haber contado las cosas realmente cómo fueron. Si lo hubiesen hecho así, más de uno se hubiese llevado las manos a la cabeza con esa realidad de Freddie.
Pero una vez llegado al final, ese concierto LIVE AID, esa actuación que tantas veces he visto y ver como Rami le hace su gran homenaje... Doy gracias porque fue como estar en aquel concierto y vivirlo de nuevo.
Gracias por crearla. Personas tan amantes de la música como yo os lo agradecemos.
Freddie, gracias por existir, por crear estas canciones que nos acompañan en la vida, por ser un genio y por hacer pura magia.
Él era uno de esos seres mágicos que siempre vivirán entre nosotros.
En el caluroso verano de 1974, Kate Mularkey ha decido aceptar su papel de cero a la izquierda en la vida social de su instituto. Hasta que, para su sorpresa, «la chica más guay del mundo» se muda al otro lado de su calle y quiere ser su amiga. Tully Hart parece tenerlo todo: belleza, inteligencia y ambición. No pueden ser más distintas. Kate, destinada a pasar inadvertida, con una familia cariñosa pero que la avergüenza a cada momento, y Tully, envuelta en glamour y misterio aunque poseedora de un secreto que la está destrozando. Contra todo pronóstico, se hacen inseparables y sellan un pacto para ser mejores amigas para siempre.
Durante 30 años se ayudarán mutuamente para mantenerse a flote esquivando las tormentas que amenazan su relación: celos, enfados, dolor, resentimiento... Y creerán que han sobrevivido a todo hasta que una traición las separe... y someta su valor y su amistad a la prueba más dura.
Lo primero de todo.
¿Por qué le habéis cambiado la portada al traducir al español esta novela?
¿En serio?
En el banner podéis ver la primera de la izquierda la versión DEBOLS!LLO, en el iPad la portada del e-book y de papel tapa "dura", y la última la versión original. Qué queréis que os diga: esta última me gusta muchísimo más, los colores y todo. Me recuerda mucho más a la novela, a esos paisajes, al mar, a las luciérnagas... No quiero decir que no me guste la edición que yo tengo (edición DEBOLS!LLO), pero siempre hay favoritos.
¿Por qué le habéis cambiado la portada al traducir al español esta novela?
¿En serio?
En el banner podéis ver la primera de la izquierda la versión DEBOLS!LLO, en el iPad la portada del e-book y de papel tapa "dura", y la última la versión original. Qué queréis que os diga: esta última me gusta muchísimo más, los colores y todo. Me recuerda mucho más a la novela, a esos paisajes, al mar, a las luciérnagas... No quiero decir que no me guste la edición que yo tengo (edición DEBOLS!LLO), pero siempre hay favoritos.
Voy al grano, que como me ponga a hablar de portadas, saco tres posts más sobre parecidos, modas y críticas que se hacen, pero luego se copian. –Marta, ya, céntrate–.
Vale, he de reconocer una curiosidad, ahora que no nos lee nadie: esta novela llegó a mí por casualidad y formaba parte de la documentación de mi Bilogía desastres. Es el libro favorito de uno de los personajes. No me preguntéis cómo llegó a mí esa relación, porque fue una luciérnaga y busqué una imagen y apareció la novela. Soy mucho de destino y casualidades, así que me tenía que hacer con el libro.
Hay un capítulo escrito que comparte título con la novela de Kristin Hannah. Está escrita antes de leer esta novela y de ver la portada original y algunas más que existen por internet… Si leéis esta novela y Todos mis desastres, sabréis a lo que me refiero.
Ahora al lío: la novela.
La historia está dividida en cuatro partes, tres décadas que marcan la vida de las protagonistas: Katie Mularkey y Tallulah Rose Hart, Tully para los amigos.
No me puede gustar más que a las décadas las preceda una canción (y más esas, son brutales) y además dicen mucho de la década que van a vivir las protagonistas. Bueno, y que la autora mete canciones que me gustan mucho, que me enamoran y que me hacen sentirme parte de la historia.
Vale, todo comienza con la vida de Kate Mularkey, cuando en el colegio se queda sin amigas sin motivo aparente. Su familia es su refugio hasta que llega a la casa que hay cerca de la suya, la chica más guay del mundo. O eso le parece a ella. Tully es todo lo que a ella le gustaría ser: es guay, divertida, enigmática, fuma y su madre no le dice nada. Sí, lo sé: mala influencia en camino. Pero Tully esconde mucho detrás de sus perfectos vaqueros, sus cuñas y su maquillaje como el de las revistas.
Kate tiene una familia perfecta a los ojos de Tully; Tully tiene la vida perfecta a los ojos de Kate. Algo que siempre nos pasa: queremos lo que otros tienen. Hay que reconocer que es normal que Tully quiera la vida de Kate (en algunos aspectos) porque su vida no ha sido ni normal ni perfecta. Pero ¿alguna lo es?
Tully le enseña a vivir a Kate y Kate… Kate se vuelve en el salvavidas –junto a su familia– de Tully. Reconozco que hay páginas en las que odie profundamente a Tallulah Rose Hart. Por no decir que casi hasta el final del libro tenía ganas de darles dos guantazos, pero creo que todas somos un poco Tully en algún punto de nuestra vida.
Siempre, en todas las novelas, te identificas más con un personaje que con otro: yo soy mucho más de Katie. Su dulzura, sus miedos e inseguridades, su forma de ver la vida a través de los ojos de los demás, su manera de querer que todo el mundo sea feliz y ponerles a ellos siempre por delante de sus propias necesidades. Es que Tully me ha sacado de quicio a lo largo de la novela, pero he visto reflejada en ella muchas personas que han pasado por mi vida.
Siempre, en todas las novelas, te identificas más con un personaje que con otro: yo soy mucho más de Katie. Su dulzura, sus miedos e inseguridades, su forma de ver la vida a través de los ojos de los demás, su manera de querer que todo el mundo sea feliz y ponerles a ellos siempre por delante de sus propias necesidades. Es que Tully me ha sacado de quicio a lo largo de la novela, pero he visto reflejada en ella muchas personas que han pasado por mi vida.
No quiero contar mucho de la novela porque espero que la descubráis, la saboreéis despacito, como una buena copa de vino. Que viváis, sintáis y, sin remedio, lloréis por lo que estas amigas pasan, viven y sobreviven durante tres décadas.
No puedo dejar de hablar de Johnny Ryan. Ese hombre del que me enamoré nada más leerle, que quise abofetear en un par de momentos y al que he adorado hasta el punto final de la novela. Con el que he reído, llorado y comprendido que el amor siempre será más grande que todo.
Gracias, Kate, por el mejor consejo que me han podido dar:
«A veces las personas te decepcionarán, las chicas pueden ser muy crueles las unas con las otras, pero no puedes dejar que eso te detenga. Si te hacen daño, te levantas, desempolvas tus sentimientos y vuelves a intentarlo».
Gracias, Tully, por verdades tan grandes como esta:
«Se levantó despacio y volvió a la fiesta, sorprendida de lo ciega que había estado. Si había aprendido una lección en la vida, era esta: la gente se va. Los padres. Los amantes.
Las amigas».
Gracias, Johnny, por demostrarme que hasta en los peores momentos, el amor puede con todo:
«Qué preciosa eres».
Y gracias por la forma de mirar a tu mujer en ese momento.
Gracias, Kristin, por plasmar en papel la novela que necesitaba leer. Por enseñarme que: «¿Cómo podía convencerla de que había llegado a sus vidas de la bifurcación, la inevitable separación, pero que no era un abandono?». Que las amistades no se acaban. Hay veces que se bifurcan, pero al final los caminos vuelven a unirse si la amistad es de verdad.
Me quedo con una frase de cinco sílabas que resume perfectamente la novela, la amistad, los enfados, llamarse cabrona cuando adoras a una persona, por correr en bicicleta por una cuesta y caerte, limpiarte y volver a pedalear; por la familia que te da una amiga, por estar ahí aunque la cagues, por pedir perdón aunque sea tarde; por el amor, por la vida: «Lo hemos hecho bien, ¿verdad?»
Sin duda leeré más novelas de la autora y si vosotras os queréis enamorar y situar esta lectura como una de vuestras favoritas, podéis haceros con ella aquí.
Sin duda leeré más novelas de la autora y si vosotras os queréis enamorar y situar esta lectura como una de vuestras favoritas, podéis haceros con ella aquí.
Dos amigas
Kate Mularkey y Tully Hart
Kate Mularkey y Tully Hart
Un juramento
«Siempre seremos TullyKate.
Mejores amigas para siempre».
«Siempre seremos TullyKate.
Mejores amigas para siempre».